El bien morir o muerte digna

Me llamo Lola Montalvo Carcelén. Soy enfermera desde hace 25 años ya. He estudiado otras materias y otra carrera que no tiene nada que ver con la sanidad y la salud, pero soy y seguiré siendo enfermera; no me entiendo en otra ocupación ni con otra vocación.
      Soy autora y responsable del blog, Lola Montalvo. Enfermería, desde el año 2009 en que me estrené en este medio. Y me sumo a este pryecto con mucha ilusión y ganas de pode aportar algo útil para otros profesinales de la salud y para los lectores inquietos en general.

 Imagen (C) Lola Montalvo

El tema de los Cuidados Paliativos ha sido uno de los que más me ha importado a lo largo de mi profesión y me he ocupado en formarme en ello. He escrito varias entradas referente a este tema y voy a compartirlas todas ellas en este espacio en el que quiero poner mi granito de arena y mi necesidad de hacer visible estos cuidados en los que tantas carencias hay y tanto hay que mejorar. Para no ir muy lejos, la necesidad de una Ley que regule y refrende la labor de tantos profesionales de la Salud.

Hace unos años, en agosto del 2011, emitieron en TV un reportaje de Informe Semanal en el que se hablaba de la muerte digna. El reportaje se llamaba «El bien morir» -disculpadme, he intentado encontrarlo aislado, pero no he podido; es el tercer reportaje de ese programa; comienza en el minuto 32 del vídeo-. Al verlo en su día, al volverlo a ver hoy, se me han removido muchas cosas en el interior y quería compartirlas... como profesional, sí, pero también como persona. Esta entrada la escribí en ese año y quiero compartirla actualizada ya con vosotros en este espacio en el que me estreno... Es un post antiguo, cierto, pero que no pierde en actualidad ni en necesidad. En mi carrera profesional, tanto como auxiliar de enfermería como en la de enfermera, he visto morir a muchas personas y a muchas... a demasiadas, las he visto morir muy mal; entiéndalo cada uno como desee; estoy segura de que pocos se equivocaran.

Hace unos años, además, se cuestionó la labor de varios médicos en el Hospital Severo Ochoa de Madrid, porque esos médicos realizaban sedaciones paliativas a ciertos pacientes terminales... La denuncia no prosperó y dejó en evidencia las ganas de hacer daño por parte de los denunciantes. Es más, el Tribunal estableció que estos profesionales médicos habían realizado bien su labor.
En la era socialista... algo tan lejano ya, se aprobó un anteproyecto de la Ley de Muerte Digna en mayo de ese año lo que levantó una polémica muy desagradable entre los que defienden que una ley así es necesaria -entre los que me cuento- y los que indican que esta ley ampara la eutanasia y desean que nunca llegue a ser aprobada definitivamente, algo que... ¡mira tú por donde! ocurrió y el anticipo de las elecciones supuso el abandono definitivo de este anteproyecto que, por supuesto, el actual gobierno ni se plantea abordar. Y veremos si los que vengan en un futuro valorarán la necesidad de afrontarlo

Me llamó poderosamente la atención que, en su día, cuando se aprobó el anteproyecto en mayo de ese año muchas voces se levantaron en contra; pero no fue una de ellas, la de Rouco Varela -en ese día Presidente de la Conferencia Episcopal-, cuyas declaraciones con respecto a esta ley me sorprendieron. Textual: «No es una ley de eutanasia». Aún así, las voces en contra tachando esta ley poco más o menos de homicida no dejaron de brotar por ciertos rincones de nuestra sociedad. Y, aún , siguen coleando cuando se saca el tema a colación.

La Medicina es una ciencia que tradicionalmente siempre buscó la curación de las enfermedades y procesos que el hombre como ser vivo podía sufrir a lo largo de su vida. Al aumentar la esperanza de vida y al predominar en nuestro elenco de patologías los procesos crónicos, el concepto debió ser modificado. Ya no se podía curar todo. Esto llevó-obligó a tener que modificar también los objetivos. Primero, proporcionar tratamiento a patologías que no iban a curarse nunca y, después, a proporcionar tratamientos médicos y cuidados de enfermería a procesos que acabarían con la muerte del paciente. Nació entonces el concepto de «Cuidados Paliativos» que, según la OMS, es:

"Los Cuidados Paliativos son un modo de abordar la enfermedad avanzada e incurable que pretende mejorar la calidad de vida tanto de los pacientes que afrontan una enfermedad como de sus familias, mediante la prevención y el alivio del sufrimiento a través de un diagnóstico precoz, una evaluación adecuada y el oportuno tratamiento del dolor y de otros problemas tanto físicos como psicosociales y espirituales.

En este nuevo concepto de cuidados entran en juego muchos profesionales; en un concepto multidisciplinar, entendiendo a la persona y su proceso de una forma Integral: desde el ámbito biológico, psicológico y social. Es decir: no sólo trata la patología, sino todo lo que conlleva a su alrededor. No sólo trata al paciente, sino a su entorno familiar. Además, la Medicina y la Enfermería se estrenaban con algo tan novedoso como que no sólo tratan y proporcionan cuidados a la persona durante todos los procesos de su vida, si no que le trata y cuida también para afrontar su muerte.

La sedaciones paliativas han sido consideradas casi como homicidios por grupos conservadores, algo que por supuesto no es así, ni se le parece. Y me gustaría explicar en qué consiste. En los últimos momentos de una enfermedad terminal -la que es irreversible y que supone la muerte de una persona en un corto espacio de tiempo: semanas o pocos meses-, se producen una serie de síntomas que conllevan una gran angustia para el paciente -disnea, dolor...-. En estos casos se opta por dormir al paciente con diversos fármacos cuyo objetivo es dejar a la persona sedada y tranquila hasta que por la propia evolución de su enfermedad, fallece.
Algunos ven en esto eutanasia. Yo sólo veo buena práctica médica.
Por supuesto, todo este proceso debe estar en el plano de la elección personal, es decir, todas las personas deben y deberían tener el derecho a la libre elección de lo que desea que se haga cuando les toque llegar a este momento. Es lo que en algunas CCAA ya se está hacendo , como en Andalucía y que se conoce como Testamento Vital o Declaración de Voluntad Vital Anticipada. Entiendo que todo ello puede estar motivado por creencias personales, religiosas o ideologías que forman parte del terreno de lo estrictamente personal. Lo sé y lo comprendo.

Pero todo ello -creencias personales o ideologías concretas- no justifica que se impida la aprobación de una Ley que es en todos los aspectos imprescindible. No creo que una minoría se pueda arrogar el derecho de decidir qué debemos hacer todos cuando nos llegue el momento. Esto incluye el deseo de algunos pacientes terminales a que no se prolongue su vida de forma innecesaria... llámalo suicidio asistido, me da igual. Las palabras demasiadas veces sólo son limitaciones fonéticas, etiquetas... Lo importante es lo que desea una persona que sufre, que ya no desea seguir sufriendo. Es una elección personal que se debe respetar SIEMPRE.

El que un día se se plantee y se apruebe una Ley de Muerte Digna (o como se le dé por llamar en su día) ampara, por supuesto, la labor de los profesionales que trabajan con estos pacientes. La ampara porque, diga lo que diga un cierto sector de la sociedad, llevan/llevamos a cabo una labor extremadamente humana y profesional.

Y, por ahora, nada más.

PARA SABER MÁS:
SECPAL (Sociedad Española de Cuidados Paliativos)
ALCP (Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos)
DMD (Derecho a Morir Dignamente)
EASP (Escuela Andaluza de Salud Pública) En esta web, ved el vídeo del corto: La Dama y la Muerte, es sencillamente genial.
@Lolamont

2 comentarios:

  1. Gracias Lola por acercar un poco de memoria histórica reciente sobre la evolución del Bien morir en España. En muchas ocasiones las lineas se juntan y se difuminan, al nacer olvidamos que comenzamos a morir, y que cuidar engloba la vida y la muerte a la vez.
    Acontecimientos como los de Severo Ochoa, denotan inmadurez y madurez social a la vez, inmadurez al confundir términos y madurez al poder demostrarse mediante argumentos jurídicos las buenas acciones profesionales.
    Gracias por compartir tus inquietudes en el camino que emprende este espacio.

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  2. @FERENFER: siempre he considerado que las personas deben tener derechoa elegir cómo desean morir. Se evitan estos temas como si al ignorarlos no sucedieran. Cada uno tiene sus creencias y sus expectativas y no es justos que unos pocos controlen el deseo de una mayoría. La legislación española está teñida en demasiados casos de una moral añeja influída por un sector muy concreto. Estuvimos a puntito de tener una Ley de Muerte Digna, pero una vez la miserable política arrambló con algo justo y lo dejó reducido a cenizas.

    Seguimos en el camino, amigo. Creo que siendo contantes y acminando juntos, se conseguirá una Ley justa y decente.
    Encantada de participar en este espacio!!! Gracias a ti, a vosotros

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